Sus mofletes “coloraos” reflejaban una época de optimismo y alegría que inundó nuestro país en el año 82.
A todo el mundo le gustaba naranjito, y todavía nos sorprendemos sonriendo divertidos (y hasta un poco bobos) cuando vemos por la calle alguna camiseta suya, y es que hoy hace 30 años que llegó con su balón bajo el brazo, rodeado de sus amigos Clementina, Citronio y del robot Imarchi. Y quizás por eso guardamos tan buen recuerdo, porque mientras los mayores sufrían con el fútbol, los treintañeros y cuarenteros (que no cuarentones, por favor) nos divertíamos con la naranja y todo su mundo.
Y es que hoy, 30 años después y con todo lo que ha llovido, recordamos con añoranza esa ilusión que chispeaba en nuestro país, y de la que tanto nos hace falta contagiarnos un poco.
Por favor, quiero ya una camiseta de Naranjito. Que alguien vuelva a fabricarlas y nos lo cuente!!
13.6.12
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No sé como llegué a este blog, pero me quedé de piedra cuando ví la mascota Naranjito, porque hace unos días, encontré mi camiseta con el susodicho,hace treinta años vivía en NY y pesaba treinta lbs. menos. Me dio un gusto enorme encontrarla, al menos la guardaré de recuerdo.
ResponderEliminarSaludos desde Miami y aya me pasaré por aquí.
Rosy Clemente-Gimeno