De hecho, una de las cosas que más me fascina de este sector es que sigue siendo muy tradicional y manual, cosa muy muy rara en la industria alimentaria. En la shop trabajamos con marcas que nos encantan, como pueden ser Balea, Conservas Cambados Arroyabe y Olasagasti, las cuatro empresas con mucha historia y muy conocidas por la calidad de sus latas y la manera de entender el producto muy parecidas. Las dos primeras están situadas en las Rías Gallegas, la tercera en el País Vasco y la última en Cantabria, defienden que en el resultado final influye hasta la manera en la que se coge el producto y el momento en el que se pesca, por eso cuidan todos los detalles de la cadena de trabajo. No es lo mismo que se recoja el producto por arrastre que que se pesque a caña o en batea, que lo dañan menos y permite que mantengan mejor, no es lo mismo cogerlo en el momento justo que ignorar las estaciones y sus ciclos. Si cogemos los ingredientes en su mejor momento, el resultado será increíble.
Además, siempre me ha fascinado como siempre ha habido una gran parte de mujeres trabajadoras en este sector en todas las fases del proceso. Desde las rederas; las mujeres dedicadas a arreglar las redes de los barcos que se pasaban los días al sol retejiendo las redes dañadas, pasando por las marisqueras; que son una gran parte en el marisqueo de a pie, hasta la gran mayoría de mujeres que trabajan en conserveras, las que se conocen por estas zonas como "sobadoras de anchoas" que se dedicaban a limpiar el pescado pieza a pieza, quitándole las vísceras y cortándoles la cola y cabeza, eligiendo las piezas del mismo calibre para enlatarlas con mimo y precisión. Ni más ni menos que casi un 80% de los trabajadores son mujeres en este sector, ahí es nada.
Por eso, desde Real Fábrica queremos reivindicar la lata, una buena conserva hecha 100% artesanalmente en nuestro país y con los mejores ingredientes que se te pasen por la cabeza. Ya sabes: de lo bueno, lo mejor 😉. Aquí tienes una pequeña selección de nuestras mejores conservas del mar para que te regales o regales. Ojo, que ya tenemos aquí al lado el Día del Padre.