Al parecer, en sus inicios preparaban cajas de pastelillos para los caballeros que iban a ingresar en una orden militar. Estos dulces se conocían como cruzamientos y eran decorados con la cruz de la orden en la que se iba a ingresar.
Actualmente, se dedican a la elaboración de deliciosos bombones y pasteles, entre los que destacan los conocidos enrejados o los soconuscos, pestiños, anguilas... y sus tartas tienen fama de ser las mejores de Madrid. Pásate por la calle Fernando VI nº 2 y déjate seducir por este lugar histórico -y delicioso- de la capital.