Sin poder pegar ojo después del subidón de adrenalina que ha sido el programa. Muy buen rollo Codigo Emprende!! y mi padre que bien lo hizo. Y estoy tan feliz que le quiero dedicar un post todito para mi santo.
Porque mi padre es la caña de España. Un padre muy guay. Y como sé que no me lee porque aún no se ha enganchado el mundo 3.0 (aunque hace sus pinitos), voy a aprovechar y contaros cosillas:
De pequeña mis amigos lo adoraban porque mi padre molaba: siempre ha sido muy culto, un ejemplo es que recién jubilado se ha puesto a estudiar Historia del Arte por placer. Y si a eso le unes un sentido del humor muy inteligente, que ha tenido una vida complicada y que se pasa todo el día bromeando, te sale una mezcla bastante especial: ese es mi padre
Pero mis amigos no le adoraban por la cantidad de libros que lee y las cosas tan interesantes que te cuenta, le adoraban porque se mondan de la risa con él. Mi padre pasa de convencionalismo. Él hace su vida, respetando a los demás por supuesto, pero su vida. Y cuando tiene que hacer o que dejar de hacer, en lo último que piensa es en los comentarios de la gente. Porque pasa. Y hace requete-bien.
Tal cual.
Mi padre me lo contó ese día cuando me desperté y no podíamos parar de reirnos. Y aún hoy cuando me cruzo a la vecina no puedo evitar que se me escape una sonrisita.
Así es mi padre: políticamente incorrectísimo.
Ahora está jubilado pero ha ejercido toda su vida como médico-patólogo, los que hacen las biopsias y analizan porqué mueren o se ponen malitas las personas. Cuando le preguntabas porqué se había decidido por esa especialidad al terminar medicina, te dice con todo su sentido del humor inglés que así los pacientes le llegan troceaditos y le dan menos la lata.
Y cuando se cruza con su amigo Pepe el de la funeraria del pueblo y de un lado de la calle al otro se gritan: “Pepe, adiós!! Vete con tus muertos”. Y el otro le responde muerto de risa: “¡¡ Y tu con los tuyos!!!”
Mi padre ha sido un gran gourmand toda su vida, tiene una biblioteca gastronómica digna de la sala de estar de El Bulli. Le gusta mucho cocinar y lo hace de vicio, pero lo que de verdad de verdad le gusta... lo que de verdad de verdad le gusta, es comer.
Es muy disfrutón, como casi todos en mi familia, y como la edad no perdona lleva mucho tiempo a régimen desde que el médico le dio un toque. Tras bastante tiempo así, ahora parece que comienza a llevarlo mejor. O al menos a tomárselo con humor, que no es poco para lo que a él le supone.
Hablando sobre el tema del hambre que pasa, la semana pasada estábamos en la terraza con mi amiga Olga. La terraza de mi padre es muy bonita y tiene vistas a la ría con muchos barquitos y tal, y mi padre le dice: “Olga: ¿tú ves esos barquitos ahí parados cada uno en su boya, tan bonitos?. "Sí, Ignacio, consigo verlos, claro". A lo que mi padre le responde: "Olga, pues yo no veo barcos... yo veo pollos fritos”.
Y se parte de risa él solo.
"Papi, por si alguien te reenvía esto y me lees, gracias de verdad por haber accedido a todo este follón que ha sido para ti el rodaje del programa. Con lo poco que te gusta a ti la tele que cuando la ves le quitas el sonido!! pero sabías que era importante para mi proyecto y lo has hecho encantado. Eres un fenómeno"
Y vosotros...¿le visteis anoche en la tele?