Cuando mis abuelos volvían de Madrid siempre nos traían caramelos de violeta. Esto se convirtió en una tradición en casa, y ahora cuando vuelvo siempre llevo en la maleta para los míos.
Esta laaarga trayectoria como comedora de violetas me ha permitido conocer en primera mano varios tipos y marcas de caramelos. Hace unos meses aprovechando otros viajes por el país, decidí pasarme a conocer algunos de estos obradores y no sabéis de repente las ganas que me entraron de hacer nuestras propias violetas de Real Fábrica!! las que yo tenía en mente de mi infancia.
Encontré los caramelos más ricos, y queríamos para ellas un envase pequeño fácil de transportar y por supuesto con precio asequible para poder regalar como lo que son, un detallín maravilloso.
¡¡¡Et voilá!!!! Nuestros primeros caramelos de violeta.
Estos caramelos llevan acompañando a los madrileños más de un siglo, ya que se convirtieron en el caprichito de niños y mayores desde principios del siglo XX, y cuenta la leyenda que el rey Alfonso XIII compraba estas cajitas de violetas de dos en dos: una para la Reina Victoria Eugenia… y otra para su amante... ¡Así, nunca se equivocaba de paquete!
Pedimos ayuda a @savethedateprojects para pensar un concepto que resumiera lo mejor de nuestra ciudad de adopción y que tanto queremos: Madrid. Kata se mete en tu cabeza, y es que no me hacía falta ni hablar, ella va muy por delante en cuanto a concepto.
¡Así que ya tenemos nuestros propios caramelos de violeta en Real Fábrica! Esperamos que os gusten tantísimo como a nosotros.
3,90€
Como aves precursoras de primavera, en Madrid aparecen las violeteras, que pregonando parecen golondrinas que van piando, que van piando.
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