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20.9.17

El tocador de la Abuela

¿Qué tendrá ver a los mayores prepararse cuando uno es niño que a todos nos encanta? Desde chicos, hay algo que nos llama la atención en cómo se preparaban nuestros mayores, ese ritual que tienen todos por la mañana y que en nosotros se limitaba a una pelea, tirones incluidos, con nuestro pelo. Yo recuerdo a mi abuelo, enjabonándose la cara con tranquilidad con la brocha llena de jabón, y luego la paciencia y mesura con la que se daba cada pasada con la maquinilla, levantando el cuello y mirando de reojo. Y luego, recuerdo las excursiones a escondidas al neceser de mi madre, el ver sus barras de labios, los polvos, la típica lata azul de crema Nivea... O mi madrina aplicándose el "rubor" (nunca dejará de hacerme gracia este nombre, jaja)


Cuando encuentro que todavía existen y se siguen produciendo algunos de los productos que tanto mis padres como mis abuelos guardaban en sus tocadores o repisas del cuarto de baño me pongo loca de contenta. Real Fábrica busca recuperar todos nuestros productos de siempre, los que hemos ido cambiando por algunos de marcas extranjeras o nuevas pero que, sin embargo siguen ahí por su calidad pase el tiempo que pase. Marcas como Maja o Maderas, han sido las estrellas del tocador de muchas mujeres españolas desde principios del siglo pasado, ¿por qué cambiarlos por otros si siguen siendo igual de buenos? Hasta Vogue ha reivindicado durante este año varias veces todos esos productos old school que nuestras abuelas usaron de manera fiel durante años.



Por eso, nuestro tocador particular, el Tocador de la Abuela de Real Fábrica está lleno de estos productos. Por un lado traemos los jabones Maja de flor de Azahar, creados nada más y nada menos que en los años 20 con las esencias más nuestras que podría haber: la rosa, el jazmín y el geranio. Con este aroma tan único, buscaba darle a la mujer española un toque mucho más pasional y propio. Además, la marca ha conservado su imagen art-decó, con la imagen de la flamenca que la ha hecho reconocible ya internacionalmente.


En cuanto a los perfumes, Maderas de Oriente es la fragancia favorita de muchísimas mujeres desde hace décadas ya.  Con notas de bergamota, clavel y rosa, se ha convertido en un olor característico y fresco que estoy segura que os sonaría a muchos de vosotros. En esta gama también surgió la famosa línea de maquillaje, los polvos y coloretes que dejan el rostro aterciopelado y con color. Son muchas las chicas que en los 70/80 empezaron a maquillarse con ellos y es increíble que podamos seguir usándolos y que sigan evocando lo mismo. Otro de los superventas de esta cosmética "viejuna" que tenemos son las vaselinas Gal, esos pequeños botecitos con dibujos de ninfas cada uno con una fragancia diferente llevan más de 100 años en los bolsos de muchas mujeres, ya que se convirtió en uno de los imprescindibles de la pequeña tienda perfumera de Salvador Echeandía Gal.

Y no todo son productos femeninos, también el olor de la loción para después del afeitado Floïd sigue siendo el mismo desde 1932, mi padre era asiduo a ese líquido anaranjado con olor a menta (me costaba entenderlo, yo esperaba que oliese como poco a mandarinas) que se echaba. Esta loción, cuya fórmula sigue siendo secreta, nació en una pequeña barbería, donde se lo aplicaba a sus clientes hasta que se le ocurrió embotellarlo.

Y como nos ha entrado una nostalgia tremenda por todo lo que estos olores tan característicos nos traen, nos hemos animado a regalarte una cajita de caramelos de violeta con cada pedido superior a 30€ que incluya un producto de nuestra sección de Perfumería. Porque si hay algo que nos recuerde tanto a nuestras abuelas como su perfume, es su pasión por los caramelos de violeta. Sólo que tienes que utilizar el código VIOLETASABUELA en tu paso por caja.

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